¡Hola chicas!
Hoy he tenido una visita muy agradable en la oficina. Han venido a verme Marina y Sonia, madre e hija. Hemos estado charlando un buen rato sobre cosas de la vida y recordando cómo nos conocimos.
Hace aproximadamente un año Sonia vino a hablar conmigo aconsejada por una enfermera del Centro de Planificación Familiar al que había acudido acompañada de una amiga. Tenía 16 años y la recuerdo muy asustada, con las manos temblorosas y repitiendo constantemente que ‘la había liado’.
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Hacía unas semanas que Sonia había tenido relaciones sexuales con un compañero del instituto y esa misma mañana había confirmado sus sospechas: estaba embarazada. Se había hecho un test en casa y al ver el resultado positivo entró en pánico. Llamó a su amiga, quien le sugirió ir a un Centro de Planificación Familiar, donde había oído que podían ayudarla en este caso.
Traté de tranquilizarla y dejé que hablara con confianza. Sonia tenía muy claro que no estaba preparada para ser madre y no quería seguir adelante con ese embarazo, pero por nada del mundo se lo podía contar a sus padres porque tenía miedo de su reacción.
Mi consejo fue que hablara con su madre, que ella lo comprendería, y que si no se atrevía a contárselo directamente, podía traerla aquí para que yo misma le diera la noticia. Finalmente Sonia se armó de valor y habló ella misma con su madre y juntas vinieron a que yo les informara sobre dónde podían acudir para interrumpir el embarazo. Si la chica estaba asustada, Marina no lo estaba menos, pero apoyaba a su hija en su decisión y quería ayudarla en lo que fuera.
Hoy, Marina y Sonia recuerdan aquellos días como un mal sueño del que pudieron despertar. Ambas reconocen que desde entonces están más unidas y confían más la una en la otra. La chica está terminando el instituto y tiene planeado ir a la universidad.
Como Trabajadora Social me siento satisfecha en estas ocasiones en las que veo que he ayudado a alguien y que ahora pueden seguir con su vida gracias a mí.
Un abrazo a Marina y Sonia, espero que vengáis de visita más a menudo.
Mafalda.
Imagen: Fuente: comunidad.siemprefeliz.com
